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¡Estamos cumpliendo 5 años!

¡Estamos cumpliendo 5 años!

Ariane, originaria del sur de Francia, trabajó muchos años con ONG mexicanas cuyo objetivo era mejorar el desarrollo comunitario y defender los derechos humanos, y dentro del programa de desarrollo sustentable del PNUD. 

Jonathan, de Puebla - México, con una maestría en Educación Patrimonial trabajó en nivel medio y medio superior enseñando y sensibilizando sobre la diversidad cultural del país.

Nos conocimos en 2008, pero fue hasta 2014 que tuvimos la idea de unir fuerzas y crear un proyecto donde más que vender artesanía mexicana, se promoviera la diversidad cultural a través del comercio justo.

Decidimos llamar a la marca P.I. Project, en referencia al Patrimonio Inmaterial (Patrimoine Immatériel en francés), ya que trabajamos con artesanos de México diseñando piezas artesanales con un interesante valor histórico y cultural.


Pasamos nuestro tiempo entre Puebla y Marsella pero también viajamos mucho. En México, la mejor manera de desarrollar nuestro proyecto es yendo al encuentro de los artesanos y entender su pasión, su historia y sus habilidades. En Francia, distribuimos y promocionamos las artesanías cocreadas, siempre intentando distanciarnos de estereotipo de "folklor colorido" al que se asocia en Europa las artesanías mexicanas.

Hoy México está haciendo frente al hecho de que muchas de las tradiciones ancestrales se van dejando poco a poco de lado, por lo que hacemos un esfuerzo en promover los saberes artesanales, asegurando un precio justo y una continudad de producción a los artesanos, para alentar también a las nuevas generaciones en el reconocimiento, la identidad y el resguardo dichos saberes.

Actualmente trabajamos principalmente con artesanos del centro del país: Oaxaca, Puebla, Hidalgo, Guerrero y Tlaxcala, pero también colaboramos con artesanos del Caribe y de la Sierra Occidental de México y tenemos la intención de expandir nuestra red artesanal a lo largo de todo el territorio. Trabajamos con familias, colectivos de jóvenes, talleres de reinserción e incluso pequeñas comunidades enteras. 

Conocemos personalmente a cada uno de nuestros artesanos y en algunos casos hemos creado una relación bastante cercana. El objetivo principal de nuestro proyecto es asegurar una producción mensual que ayude a una estabilidad económica familiar, y compramos las piezas el precio decidido comunitariamente. La transparencia es un eje rector de nuestro actuar, y así como cada pieza va firmada a la mano por el grupo artesanal que la confeccionó, también intentamos mantener informados a los artesanos el alcance del proyecto: para muchos de ellos, saber que sus piezas viajan a lugares tan lejanos es un motivo de orgullo.

La calidad es muy importante igualmente, cada pieza requiere muchas horas de trabajo en la confección, pero también son el fruto de mucho tiempo en el aprendizaje y el desarrollo de la destreza; horas que se invierten también en los errores y en los intentos por innovar.

En el mercado, nos emfrentamos a la competencia de producción masiva, por lo que tratamos de distinguirnos haciendo énfasis en aquellos saberes que tienen un caracter de único. La idea es proponer una gama que defina la diversidad artesanal del país, y aunque preferimos trabajar con piezas tradicionales, tampoco olvidamos que el un patrimonio cultural de México es un patrimonio vivo que incluye prácticas contemporáneas en el uso de nuevos materiales para responder a nuevas necesidades

El saber-hacer vive cuando la tradición se recrea continuamente, pero también se reconstruye y renueva cuando se interactúa con los Otros, sin por ellos perder la esencia. Cada artesano mantiene en él un espíritu creativo al giual que una curiosidad innat lista a experimentar nuevos colores, nuevas formas, nuevos usos...

Muchos artesanos están abiertos a crear nuevos objetos usando su conocimiento y sus habilidades. A cada una de nuestras ideas de prototipos, los artesanos han respondido al reto con una impreisonante maniobra, combinando su experiencia técnica, pero también el poder creativo que permite explorar nuevas formas y estilos.

Estos último años hemos tratado no sólo de hacer una curaduría de la diversidad artesanal, sino también alentar a los artesanos sugiriéndoles nuevas ideas y escuchando las suyas. Es en este diálogo creativo donde nuevas piezas han visto la luz gracias a la naturaleza dinámica del saber -hacer artesanal. Tenemos mucha fé en que este proyecto seguirá contribuyendo a demostrar que si bien el patrimonio inmaterial puede verse fragilizado en un mercado global, también es una oportunidad de resistencia a un mundo de consumo homogeneizado.

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Ariane, originaria del sur de Francia, trabajó muchos años con ONG mexicanas cuyo objetivo era mejorar el desarrollo comunitario y defender los derechos humanos, y dentro del programa de desarrollo sustentable del PNUD. 

Jonathan, de Puebla - México, con una maestría en Educación Patrimonial trabajó en nivel medio y medio superior enseñando y sensibilizando sobre la diversidad cultural del país.

Nos conocimos en 2008, pero fue hasta 2014 que tuvimos la idea de unir fuerzas y crear un proyecto donde más que vender artesanía mexicana, se promoviera la diversidad cultural a través del comercio justo.

Decidimos llamar a la marca P.I. Project, en referencia al Patrimonio Inmaterial (Patrimoine Immatériel en francés), ya que trabajamos con artesanos de México diseñando piezas artesanales con un interesante valor histórico y cultural.


Pasamos nuestro tiempo entre Puebla y Marsella pero también viajamos mucho. En México, la mejor manera de desarrollar nuestro proyecto es yendo al encuentro de los artesanos y entender su pasión, su historia y sus habilidades. En Francia, distribuimos y promocionamos las artesanías cocreadas, siempre intentando distanciarnos de estereotipo de "folklor colorido" al que se asocia en Europa las artesanías mexicanas.

Hoy México está haciendo frente al hecho de que muchas de las tradiciones ancestrales se van dejando poco a poco de lado, por lo que hacemos un esfuerzo en promover los saberes artesanales, asegurando un precio justo y una continudad de producción a los artesanos, para alentar también a las nuevas generaciones en el reconocimiento, la identidad y el resguardo dichos saberes.

Actualmente trabajamos principalmente con artesanos del centro del país: Oaxaca, Puebla, Hidalgo, Guerrero y Tlaxcala, pero también colaboramos con artesanos del Caribe y de la Sierra Occidental de México y tenemos la intención de expandir nuestra red artesanal a lo largo de todo el territorio. Trabajamos con familias, colectivos de jóvenes, talleres de reinserción e incluso pequeñas comunidades enteras. 

Conocemos personalmente a cada uno de nuestros artesanos y en algunos casos hemos creado una relación bastante cercana. El objetivo principal de nuestro proyecto es asegurar una producción mensual que ayude a una estabilidad económica familiar, y compramos las piezas el precio decidido comunitariamente. La transparencia es un eje rector de nuestro actuar, y así como cada pieza va firmada a la mano por el grupo artesanal que la confeccionó, también intentamos mantener informados a los artesanos el alcance del proyecto: para muchos de ellos, saber que sus piezas viajan a lugares tan lejanos es un motivo de orgullo.

La calidad es muy importante igualmente, cada pieza requiere muchas horas de trabajo en la confección, pero también son el fruto de mucho tiempo en el aprendizaje y el desarrollo de la destreza; horas que se invierten también en los errores y en los intentos por innovar.

En el mercado, nos emfrentamos a la competencia de producción masiva, por lo que tratamos de distinguirnos haciendo énfasis en aquellos saberes que tienen un caracter de único. La idea es proponer una gama que defina la diversidad artesanal del país, y aunque preferimos trabajar con piezas tradicionales, tampoco olvidamos que el un patrimonio cultural de México es un patrimonio vivo que incluye prácticas contemporáneas en el uso de nuevos materiales para responder a nuevas necesidades

El saber-hacer vive cuando la tradición se recrea continuamente, pero también se reconstruye y renueva cuando se interactúa con los Otros, sin por ellos perder la esencia. Cada artesano mantiene en él un espíritu creativo al giual que una curiosidad innat lista a experimentar nuevos colores, nuevas formas, nuevos usos...

Muchos artesanos están abiertos a crear nuevos objetos usando su conocimiento y sus habilidades. A cada una de nuestras ideas de prototipos, los artesanos han respondido al reto con una impreisonante maniobra, combinando su experiencia técnica, pero también el poder creativo que permite explorar nuevas formas y estilos.

Estos último años hemos tratado no sólo de hacer una curaduría de la diversidad artesanal, sino también alentar a los artesanos sugiriéndoles nuevas ideas y escuchando las suyas. Es en este diálogo creativo donde nuevas piezas han visto la luz gracias a la naturaleza dinámica del saber -hacer artesanal. Tenemos mucha fé en que este proyecto seguirá contribuyendo a demostrar que si bien el patrimonio inmaterial puede verse fragilizado en un mercado global, también es una oportunidad de resistencia a un mundo de consumo homogeneizado.

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